Para algunos/algunas, comprar una casa es algo que se hace una vez en la vida, una transacción para adquirir el hogar en el que vivir durante décadas. Para otros, en cambio, como David y Hílary, se trata de algo más flexible. ¡Descubre porqué!

El viaje menorquín de la pareja británica empezó hace 25 años con la compra de un apartamento vacacional en Son Parc. Al comienzo, ya habían visitado la isla como familia, pero en ese momento pensaron que llegar a tener una casa en propiedad era un sueño irrealizable.
Una vez habían dado el primer salto, ya no era tan difícil imaginar poder estar en un lugar más grande. Los hijos todavía eran pequeños, así que era perfecto estar cerca de la playa, y en un par de años se habían construido un chalé de tres habitaciones en la misma zona. A medida que pasaba el tiempo, sus necesidades y deseos iban evolucionando.
Llegó el momento de cambiar costa por campo.
En 2006 David y Hilary compraron una gran finca menorquina de 80.000 m2 de terreno. Construida según el estilo tradicional, con paredes rugosas de marés, techos con vigas de madera, suelos de cerámica y llena de muebles antiguos y ollas y enseres de cobre, rebosaba de encanto rústico.
Por mucho que la adquirieran como residencia vacacional, una vez sus hijos crecieron, David y Hilary hicieron de ese idilio rural su residencia permanente.

Así vivieron encantados en la finca durante más de una década, hasta que se les presentó la oportunidad de comprar un terreno a las afueras de Es Mercadal. Después de haber vivido en el corazón de la Menorca rural, ahora poder estar a un paso del pueblo les atrajo, mientras que las vistas abiertas hacia las verdes colinas les permitían seguir sintiendo el atractivo del campo. Y tras la experiencia de vivir en una casa antigua y tradicional estaban listos para un cambio de estilo radical.
La casa que diseñaron es una casa totalmente moderna, con líneas puras, una cocina abierta al comedor, cuatro habitaciones con baños privados y piscina infinita. El contraste con su hogar anterior es absoluto y con todos los lujos posibles: desde calefacción por suelo radiante y aire acondicionado con sistema domótico, a un ascensor, paneles solares y más.

La pareja se mudó a finales de 2020, pero para entonces la pandemia les obligó a replantearse sus prioridades. Con cinco nietos que crecían rápido en UK y al ver comprometidas las facilidades de poder viajar y su coste, decidieron vender la casa y mudarse más cerca de la familia.
Sin embargo, no lo sienten, ya que la pareja ha vivido la experiencia menorquina al máximo. Han sido propietarios de una casa vacacional y residentes permanentes. Han comprado y han construido. Han vivido en apartamentos, casas de campo y casas modernas.
¿Hay algún ganador? No para ellos. Cada propiedad simplemente ha sido perfecta para cada fase de su vida. Y a ti, ¿te gustaría que Portal Menorca sea tu agencia de confianza y te acompañe y asesore durante este proceso de cambio?